Por Bernardo Sánchez Palma
NADA TIENE QUE VER CON LO QUE NOS HAN ESTADO DANDO E INFORMANDO DESDE SIEMPRE, TODO FUE FALSEADO Y MANIPULADO ,LOS MAESTROS DE LAS ESTRELLAS ,NUESTROS PADRES COSMICOS BIOLOGICOS ASI LO INDICAN.
El 666 es el número de generaciones humanas que ha existido sobre la Tierra desde la creación de los primeros hombres en los laboratorios originales. Los primeros hombres fueron creados hace alrededor de trece mil años y si multiplicamos la duración de una generación humana estimada en 20 años por 666 obtendremos un total de 13,320 años.
La generación que nació al principio de la era del apocalipsis, en 1945 de la era que conocemos, es el numero 666 después de la creación en laboratorio del primer hombre hecha por los Elohim. Esta generación coincide con la primera utilización de la energía nuclear con fines mortíferos el 6 de Agosto de 1945 en Hiroshima. Efectivamente el 666 es el numero de un hombre, un numero que fueron traídos desde el principio desde la creación en un numero de generaciones.
Hemos confundido y equivocado todo lo que los libros sagrados nos dicen. En realidad nada tiene que ver con el monstruoso dato bíblico de la Bestia con el 666, sucede que los doctos de aquella época le empujaron hacerlo porque ellos necesitaban atraer a generaciones posteriores con sus deseos de manifestar aquello que sentía que era necesario, pero la realidad es que lo degeneraron y pusieron lo que ellos creían en sus antojos, hoy sabemos que el numero de la bestia no es como dicen los libros sagrados o bíblicos ,es ni más ni menos el numero de una serie de experimentos genéticos originales desde que fue creado el hombre aquí en este planeta en los laboratorios de los Elohim o padres creadores que estaban desarrollando por primera vez en el planeta Tierra hace 13000 años, la creación del hombre en este planeta y sus descendientes a posteriori ,la cual comenzaron a desarrollar la energía atómica que coincidida con el 6 de agosto de 1945 ,cuando tiraron la primera bomba atómica en Hiroshima que sería el comienzo verdaderamente del Apocalipsis que nos habla Juan el Evangelista.